Ternario Vital Encadenado

I

Rosas y Espinos

Si ya no soy aquel que antes he sido,

y lo que soy no lo seré mañana,

¿por qué tanta pasión, acaso vana?

¿por qué tanto añorar lo ya perdido?

Dime, di, semejante, que has vivido,

cual yo, desde la aurora más temprana,

hasta el fatal crepúsculo que hermana

ya nuestras vidas, di, ¿que has conseguido?

¿Premios?, ¿medallas?, ¿capital?, ¿amores?

¡Cuán hermoso!, ¿verdad?. ¡Jardín de flores!

¡De flores que, cual todas, se marchitan!

¿Injusticias?, ¿traición?, ¿vejez?. (¡Cuán duran!)

¡males del hombre son, y que se curan

cuando al valle común lo precipitan!

II

Esperanza

Cuando al valle común, llamado muerte

- ¡oh destino fatal!- te hayan llevado,

y tus bienes, por ello, hayan quedado

a merced de los tuyos o a su suerte,

cada cual a su modo de quererte,

a su vida mortal irá aferrado,

consecuente, feliz o infortunado,

con flores o sin ellas que ofrecerte.

Y es que en verdad, la vida es tan piadosa,

que aunque hoy te sea de color de rosa,

y mañana sea espino lastimero,

siempre se oirá esta voz: "Esperaaa,!... ¡esperaa!...

y tras ella vendrá la primavera,

rosa y verde-esperanza, de un "te quiero".

III

Vida En Flor

Y rosada esperanza es cuando empieza

a despuntar angélica la aurora,

y este prodigio astral nos corrobora

que el nacer es, cual él; sin par belleza.

No importa la humildad o la nobleza

del seno maternal que la atesora:

la vida es antes flor prometedora,

en el vergel de la Naturaleza.

Más, ¡ay!, no se interrumpa el dulce acento

de la armonía humana en crecimiento,

que, en claustro, sueña ser estrella un día.

Que su sueño creador le sea fecundo...

Y llegue a ver la luz de un nuevo mundo:

¡La estrella de la paz, que Dios envía!

Manuel Alfosea Pastor

Primer premio del certamen de poesía de ámbito provincial organizado por el Hogar del Pensionista de Elche (Alicante)