Tríptico Nupcial

I
Primeras Nupcias

Ante el altar los novios se han besado.
La promesa ante Dios ya es asumida.
Y vínculo de amor, ya de por vida,
unidos han de ser: ¡ritual sagrado!

El camino la amada y el amado
ven de rosas, su ruta ya emprendida.
¡Cuanta bondad promete en su partida
tanto amor en dos seres concentrado!

El alborear de humana primavera,
les dará de sus frutos la primicia
que el correr de los años engrandece.

Labrarán felizmente a su manera
las bodas que coronen la delicia
de aquella fausta unión, que permanece.

II
Bodas de plata

Yo he contemplado en la solemne misa
esos semblantes de mirada grata
que en sus facciones de bondad innata,
exultante anidó feliz sonrisa.

Cual si pasaran con alegre prisa
por esas mentes que el amor dilata,
de las primeras nupcias ¡ya hoy de plata!,
pasan recuerdos que el amor irisa:

El primer hijo aquel tan esperado ...
Ecos de nanas, esperanza, anhelos ...
Todo ya en cinco lustros comprendido.

Todo ya en cinco lustros incrustado:
risas y llantos, dichas y desvelos ...
como un canto al amor no interrumpido.

III
Bodas de oro

Unidos para siempre en la alegría,
y para siempre unidos en las penas,
cincuenta primaveras de amor plenas
celebran de su boda el fausto día.

Son dos almas en una, se diría;
dos almas juntas de vivencias llenas ...
Y, por amor, marchitas azucenas
que ejemplo dan de unión en armonía.

Oh tú, soneto, ¡honor de los poetas!,
despliega tu virtud divulgadora
y una marcha nupcial eleve a coro,

hasta el cielo de líricas trompetas,
tu fama universal y creadora,
cantando de esta unión las bodas de oro.

Manuel Alfosea Pastor
Tercer premio del I certamen provincial de poesía para jubilados y pensionistas convocado por el hogar de la tercera edad de Elche en 1994